Como futuros profesores que queremos ser, debemos saber que, si sospechamos que algún niño padece síndrome Asperger, lo ideal sería comentárselo al responsable de las necesidades educativas especiales del colegio y consultarlo con el psicólogo escolar; si el niño no está escolarizado en la escuela es conveniente avisar a los padres para llevarle al pediatra de la familia.
Hemos de saber que los niños con este síndrome se estresan cuando tienen tiempo libre porque no saben qué hacer y se sienten perdidos o confundidos. Por esto, en el recreo o en la hora de comer puede llevarles al aislamiento. No saben cuándo las personas bromean y cuándo no; ni tampoco saben cuándo intervenir en las conversaciones y cuándo no, por lo que tienen una gran dificultad para hacer amigos; y esto les lleva a la frustración. A pesar de estos aspectos negativos, también tienen aspectos positivos: tienen una memoria mecánica muy buena; intereses suficientemente definidos, aunque limitados; gran extensión del léxico, y buenos conocimientos en las áreas de ciencia y tecnología.
A pesar de esto, muy pocos de estos niños necesitan educación especial en centros específicos, sino que permanecen en centros ordinarios, como cualquier niño normal.
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